Spiderman, vuelve
Un avance de 40 minutos de Spiderman hace que los medios de comunicación se pregunten por la cuarta entrega, ¿será más de lo mismo? El 4 de mayo lo sabremos.
"No lo he pensado mucho", reconoció a EFE Tobey Maguire, el álter ego de carne y hueso de Peter Parker y "Spider-Man" anticipando con una sonrisa pícara el resto de su respuesta.
"Pero si hay un guión, un buen guión, una historia que merezca la pena ser contada con Sam Raimi como director y el reparto adecuado podría considerar hacer una cuarta", completó el mismo actor que hace años refunfuñó lo suyo antes de hacer la segunda entrega.
Las cosas han cambiado mucho desde entonces.
Si el primer "Spider-Man" en 2002 hizo saltar la banca con una recaudación de más de 400 millones de dólares en EEUU, la segunda (2004) se mantuvo en los 373 millones de dólares con unas críticas que ensalzaron la calidad de esta entretenida saga del hombre araña.
Maguire está de acuerdo con las críticas y sin pelos en la lengua asegura que en su experiencia, "la segunda es una película mejor y más completa que la primera".
Esto abre la incógnita sobre la tercera, un filme en el que Raimi está volcado para llegar a tiempo a un estreno cada vez más cercano, previsto en Estados Unidos para el 4 de mayo.
"Me sería difícil decir que es mejor porque no la he visto completa pero siento que tiene elementos que la harán más divertida y más dramática", explica sin querer soltar prenda.
Los 40 minutos consecutivos adelantados a la prensa ofrecen muestras de este drama desde los títulos de crédito, cuando "Spider-Man 3" refresca la memoria del público con breves imágenes, casi de fotonovela, de las dos entregas anteriores.
Un arranque que lleva al espectador a un Peter Parker disfrutando de su fama como "Spider-Man", con la mente puesta en cómo hacer su proposición formal de matrimonio a la mujer que ama, MJ (Kirsten Dunst) mientras defiende Nueva York de los peligros que la acechan.
Peligros que en esta ocasión se multiplican con un Harry Osborn (James Franco) que busca venganza por la muerte de su padre utilizando los mismos métodos de su progenitor como una nueva versión del Green Goblin.
Además está Sandman (Thomas Haden Church), un convicto escapado mientras cumplía condena por el asesinato del tío de Peter Parker.
Y por supuesto, Venom, un personaje "simbiótico" culpable del traje negro que "Spider-Man" luce en esta tercera entrega y que como dice Maguire "cambia" su comportamiento.
"Pero el público tendrá que ver la película si quiere saber más", confiesa el actor de buen humor con esa seguridad de que sus seguidores no saldrán decepcionados.
"En mi caso, estoy en peligro", suspira Dunst de su papel como MJ, ya acostumbrada como dice la actriz a pasarse toda la saga siendo la chica que necesita ser rescatada.
Pero, como añade, tampoco le pide más a su papel.
"Si quisiera protagonizar una película de acción lo haría con Sofía, algo en plan 'el caza hombres-lobo'", se ríe fiel a esa directora que tanto ama, Sofía Coppola, y con la que ya trabajó en dos ocasiones, en "The Virgin Suicide" y "Marie Antoinette".
Dunst es modesta porque en esta nueva entrega de "Spider-Man" hace algo más que gritar, celosa de la nueva mujer que se cruza en la vida de su Parker, la modelo Gwen Stacey (interpretada por Bryce Dallas Howard).
Al igual que su compañero de rodaje, Dunst no descarta la posibilidad de una cuarta entrega, pero como dice no se trata ni de dinero ni de hacerse la cómoda en una saga que funciona.